Esteban Velásquez tiene 34 años y dos pequeños hijos, Ayelen (6) y Martín (2 meses).Los ha criado con mucho cariño, ha sido un papá muy presente y dedicado. Lleva un año y medio de relación con Karen, su polola. Junto a ella y sus hijos, les encanta descubrir lugares nuevos en la isla, es un panorama familiar salir a pasear y recorrer el archipiélago.
Los fines de semana, son completamente familiares para él. Los sábados van a tomar once a la casa de los papás de Karen, disfrutan del día junto a sus padres, abuelos e hijos. Comparten unos ricos milcaos, pan amasado, sopaipillas, y a veces, si se entusiasman, hacen una buena parrillada.
Los domingos, visitan a los padres de Velásquez, se juntan a almorzar y comparten un rico almuerzo hecho por la madre de Esteban. Luego viene la “sobremesa”, hasta que les dan las seis de la tarde, en donde todos juntos, se preparan para ir a la iglesia, lugar en donde le agradecen a Dios por la linda familia que tienen.
En las fiestas de fin de año, es imperdible reunirse con toda la familia. Navidad lo pasan junto a la familia d su polola, mientras que año nuevo visitan a los Velásquez, en donde se reúne toda la familia de Esteban, y comparten un rico asado en un campo ubicado en el Lago Huillinco.
Desde muy pequeño juega fútbol, su amor por ese deporte nació a los seis años, cuando tan solo era un chiquichicho de primero básico. Ha competido en comunales y regionales por la escuela de fútbol “Arcoiris”, club deportivo ubicado en la comuna de Castro, pero ese deporte no es el único en el que ha competido, ya que en el Liceo Galvarino Riveros Cárdenas, lugar de donde egresó de cuarto medio, fue parte del equipo de natación, en donde participó en una variedad de campeonatos. A los 17 años ganó el segundo lugar en el regional de natación.
Hace dos años y medio, comenzó a trabajar en la municipalidad. Su práctica profesional, de técnico en trabajo social, la realizó en la oficina de intermediación laboral (OML), en donde luego de su desempeño, le ofrecieron un trabajo administrativo. Durante un año perteneció a DIDECO.
Este año, lo derivaron al departamento de informaciones de la Muni, en donde todas las mañanas, recibe a los funcionaros con una gran sonrisa y saludo, alegrándonos el día a muchos de nosotros. Es un hombre carismático y bueno para la talla. Para él, lo mejor de trabajar en este municipio es el ambiente laboral, ya que es familiar, y siempre uno busca eso en sus trabajos, pero en pocos lugares se logra encontrar.
Sus compañeros lo describen como una gran persona y muy colaborador. Tiene excelente llegada con los vecinos de la comuna, por su trato y amabilidad. Lo que más destacan en él, es el amor que les tiene a su familia y a sus hijos.
La gran virtud de Esteban, es la entrega que tiene “por el otro”, para él es un estilo de vida, algo que simplemente va con él. La mezcla de amabilidad y alegría, lo hacen ser una persona con una gran vocación social y también un gran padre y colega.
