Como un recorrido por las distintas exploraciones temáticas y artísticas de la autora, este próximo viernes 01 de julio a las 19:30 horas se inaugurará la exposición “Fragmentos de Memoria: pintura con recortes de memoria” de la pintora Johana Ruiz Vera, en Sala de Exposiciones del Centro Cultural de Castro.
La selección de obras, que estará disponible hasta el 15 de julio en el edificio cultural municipal de Castro, es un repaso por las obras de Johana entre los años 2015 al 2020, en los que destaca la interesante propuesta pictórica de esta pintora emergente del Archipiélago, donde se aprecia su dinamismo en la exploración de técnicas como el paper painting (papel recortado de revista para la composición de pinturas), acuarela, plastilina, pintura en papel, óleo y cemento sobre tela, entre otros, abordando conceptos en los que predomina un alto componente autobiográfico, retratos patrimoniales de la comunidad castreña, así como la materialidad de la figura humana.
Johana Ruiz Vera, originaria de Castro, Chiloé, es egresada de Artes Visuales de la Universidad Austral de Chile, y su presencia artística ha sido reconocida a nivel nacional e internacional, gracias a la reciente selección de sus obras para la participación de la Séptima Muestra Iberoamericana de Arte Miniatura y Pequeño Formato desarrollada en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey en México en octubre del 2021.
El patrimonio vivo de Castro como inspiración artística
Como vecina del tradicional barrio Pedro Montt de Castro desde su infancia, la óptica artística de Johana Ruiz ha estado inevitablemente arraigada a los tradicionales rostros de sus vecinos y vecinas, así como la composición casi poética de la arquitectura patrimonial de los palafitos que son la frontera entre la urbe castreña y el mar interior que rodea la comuna.
De esta manera, dentro de “Fragmentos de Memoria”, y como lo explica la artista, “la obra consiste en imágenes tomadas desde fotografías familiares del entorno castreño de la década de los ochenta y los noventa, que son traducidos a la pintura en una técnica que se llama paper painting. Además, se busca poner en valor, a través de la pintura, elementos estéticos presentes en las fotografías familiares”.
Como un detalle que particulariza la propuesta artística en estas obras, la autora agrega que “las fotografías que yo estoy haciendo fueron tomadas por otra persona. La imagen la estoy copiando tal cual, pero yo no sé quién estuvo detrás de la cámara en ese momento. Alguien fijó su mirada en una fotografía que nosotros podemos ver en un álbum, y así también, los colores que componen las pinturas, fueron “encontradas”, no fueron hechas, entonces existe esta suerte de reconstrucción y reconfiguración de algo pre existente a través de la pintura”.